




Cuando me preguntan qué es lo que más me gusta de mi trabajo, admito que es un poco friki. Me encanta el momento en que hablo con alguien de un programa que aún no existe y esa persona lo imagina y cree en él por primera vez. Ese es el placer de presentar un proyecto. También es un paso clave para convertir las ideas en financiación de la producción y acuerdos de distribución.
Pero incluso antes de la presentación, está la génesis de la idea. Esa parte me pone nervioso: la presión de preguntarme si se me ocurrirá algo bueno. Sin embargo, con el tiempo, en Gigglebug hemos creado una sólida cultura para fomentar las ideas en fase inicial. Programas como nuestros laboratorios e incubadoras de ideas tratan de ayudarnos mutuamente a crear conceptos que perduren.
En esta conferencia, te llevaré en un viaje desde esa primera chispa hasta el lanzamiento que recibe luz verde, y compartiré lo que hemos aprendido sobre cómo convertir las primeras ideas en algo que el mundo quiera ver.